martes, 22 de octubre de 2013

Tendinitis (I)

Un tendón es la parte del músculo estriado constituida por fibras de tejido conectivo que unen los músculos a los huesos o a otras estructuras. Son de color blanca, de consistencia fuerte y no es contráctil.
Debido a que une los músculos a los huesos, tienen la función de contracción muscular para producir el movimiento.

Los tendones presentan una capacidad limitada de auto-reparación; son estructuras anatómicas que unen músculos a huesos. Tienen estructura cilíndrica, elongada, formada de tejido conjuntivo denso y adaptadas a la tensión en una dirección, con fibras de colágeno paralelas (principalmente colágeno tipo I), y con una reducida vascularización, causa de la lenta curación.

Las células predominantes en los tendones se llaman tenocitos, estos tienen la función de mantener la estructura de la matriz a través de los procesos de degradación y síntesis.
Sin embargo, el tendón tiene una densidad relativamente baja de células y con poca actividad mitótica, lo cual explica la reducida tasa de recambio de este tejido y cuestiona el grado en que estas células pueden promover la curación intrínseca.

La ausencia de la sustancia fundamental (componente de los tendones) puede provocar la cronificación de las tendinopatías.
Otro componente relevante es el colágeno; elemento que aporta al tendón la rigidez y la resistencia a la tracción cuando se somete a una fuerza, y flexibilidad cuando se dobla, se comprime o se retuerce. El colágeno tipo I es típico del tendón y responsable de su resistencia a la tensión.
Los tendones sanos tienen mayoritariamente colágeno tipo I, con pequeñas cantidades de colágeno tipo III. No obstante, ante un problema de tendinosis parte del colágeno se pierde y se repara la estructura sintetizando colágeno tipo III.

La tendinitis puede ocurrir como resultado de una lesión, de sobrecarga o de la edad a medida que el tendón pierde elasticidad. También se puede observar en personas con enfermedades, como la atritis reumatoidea o la diabetes.
Se define como la inflamación, irritación e hinchazón de un tendón, la estructura fibrosa que une el músculo con el hueso. En muchos casos, también se presenta tendinosis (degeneración del tendón).
Puede ocurrir en cualquier tendón, pero los lugares comúnmente más afectados son: el codo, el talón (conocida como tendinitis aquílea), el hombro o la muñeca.


En la práctica deportiva, los tendones están expuestos a soportar grandes tensiones, sobrecargas y fricciones que provocan con facilidad las lesiones, ya sean en forma de tendinopatías o de roturas espontáneas en los casos graves.
Las últimas evidencias sobre tendinopatías demuestran que no hay inflamación (no hay tendinitis) salvo en los primeros días. La lesión se cronifica en parte por una arteriosclerosis y/o un depósito de ácido láctico, úrico, colesterol o triglicéridos.


Habría que proponer un tratamiento nutricional en función de la causa que ha provocado esta desorientación de fibras. Una dieta alcalina (ya explicada en una entrada anterior), puede eliminar los depósitos de ácido úrico y láctico; asimismo es una dieta que permite en principio disminuir los niveles de colesterol, triglicéridos y arteriosclerosis. Es siempre el tratamiento de elección en este tipo de lesiones.

Un saludo.

Fuentes:
http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/ency/article/001229.htm
http://www.fisaude.com/nutricion/nutricion-y-lesiones/tendinopatia-y-nutricion.html

No hay comentarios:

Publicar un comentario