sábado, 19 de octubre de 2013

Alimentación en la diabetes.

La diabetes es aquella situación en la que los niveles de azúcar (o glucosa) en la sangre están aumentados. A la glucosa que circula por la sangre se le llama glucemia. Vamos a mostrar unas pautas a seguir.

Comer la cantidad de alimentos suficiente que garanticen la energía mínima necesaria.
El aceite de oliva debe usarse siempre para aliñar y guisar (en especial fritos).
Para cocinar, hay que disminuir o eliminar las grasas de origen animal (mantequilla, crema de leche, tocino...) Comer legumbres a menudo (lentejas, garbanzos, judías, guisantes...).
Cuando se come legumbres se puede suprimir la carne. Las verduras y hortalizas (crudas o guisadas) son muy aconsejables, consumir al menos dos platos al día.
Las carnes, pescados y huevos, son ricos en proteínas y también contienen grasas, pero no hidratos de carbono.
Las carnes, pescados y huevos, deben consumirse con moderación procurando que el pescado sea más frecuente que la carne.
En personas adultas, las bebidas con alcohol (especialmente vino y cerveza) en cantidades moderadas (máximo dos vasos al día).
Comer poco y a menudo. Varias veces al día evitando comidas copiosas.
Evitar los azúcares de absorción rápida porque elevan de forma brusca los niveles de glucosa en la sangre.


El cuidado de la alimentación de la persona con diabetes forma parte de su tratamiento, por lo tanto no se puede hablar de tipos de alimentos y cantidades sin hablar también de actividad física, horarios habituales, medicamentos que toma, si padece o no otras enfermedades como colesterol o hipertensión... En definitiva, es un conjunto de factores que deben considerarse globalmente y que hacen que cada diabético tenga una dieta única y personalizada. Cada persona debe confeccionar, conjuntamente con el equipo sanitario, el modelo dietético a seguir.

Fuentes: www.fundaciondiabetes.org
 



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